La cerería cusqueña es reconocida por la fabricación de velas y cirios decorados, cuya función originaria era cubrir las necesidades del culto, pero que en las últimas décadas son también demandados por los turistas. La familia Moreno, del barrio de San Blas, se dedica a este arte desde hace varias generaciones. Por otro lado, las tiendas especializadas en la venta de velas artesanales, talladas y coloreadas, se concentran en la calle Meloc, a pocas cuadras de la Plaza de armas.
Existe también en el Cusco una notable artesanía de talla en madera, aplicada a la fabricación de muebles, marcos, retablos y objetos ornamentales diversos. Utilizando como materia prima el cedro y la caoba, estos artistas realizan su obra en base a motivos como las uvas, jarrones, grecas y muchos otros. Un especialista reconocido por sus pequeños balcones ornamentales, que pueden servir como mostrador o para exhibir imágenes religiosas es Domingo Álvarez, quien tiene su taller en plena plaza del barrio de San Blas.
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