La ciudad del Cusco es, en sí misma, un gran museo que alberga espectaculares tesoros arqueológicos y artísticos. Sus calles, flanqueadas por magníficas construcciones en las que se superponen la piedra y el adobe, dan cuenta de un pasado esplendoroso.
Tanto las imponentes ruinas, que hacen del Cusco la «Capital Arqueológica de América», como las impresionantes construcciones coloniales, han superado la prueba del tiempo y continúan atrayendo al turismo mundial.
Ni sangrientas rebeliones ni violentos terremotos han podido destruir este valioso legado, como tampoco han hecho retroceder el espíritu artístico de sus habitantes. Gracias a ello, el Cusco tiene una interesante oferta de museos instalados en casonas de célebres personajes, instituciones religiosas y hasta en los propios monumentos. Un recorrido que vale la pena realizar.
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