Los visitantes podrán apreciar espejos de agua, flora y fauna del Valle Sur. Y en vista que el 14% de los turistas demanda rutas para conocer diversidad biológica, los funcionarios de la Dirección Regional de Turismo de Cusco (Dircetur) han entendido que la biodiversidad también puede ser un producto turístico.
De hecho, aunque no hay rutas de variedad biológica en la región, el 14% de los que visitan Cusco ya las demandan. Por ello, la Dircetur del Cusco planea iniciarse en este rubro con los tres humedales del llamado Valle Sur: Granja Cayra, Huasao y Lucre-Huacarpay.
“Será el primero de varios circuitos ecoturísticos y se implementará el próximo año. Ya estamos terminando el proyecto”, señala el jefe de la Dircetur del Cusco, Víctor Hugo Pérez.
La idea de la Dircetur del Cusco podrá hacerse realidad gracias a la recuperación de los humedales, emprendida por la ONG Guamán Poma de Ayala y por municipalidades distritales.
Hasta hace pocos años los humedales del Valle Sur lucían en abandono. El de Huasao, en el distrito de Oropesa, estaba conectado al río Huatanay, altamente contaminado. Por aquel entonces era imposible imaginar la escena que ofrece hoy: un límpido espejo de agua que alberga importantes especies de flora y fauna. Pollas de agua, patos andinos, patos colorados, garzas reales, garzas boyeras, totoreros y otra treintena de especies de aves, entre locales y migratorias.
Con 1.979 hectáreas, el más grande de los humedales es el de Lucre – Huacarpay, en el distrito de Lucre, formado por cuatro lagunas permanentes, una estacional y pantanos. Desde el 2006 está designado como sitio Ramsar [categoría internacional que dice de su importancia ecológica].
Completa el circuito el humedal la Granja Cayra, en San Jerónimo, el cual aún está siendo recuperado. Hasta hace poco este recibía las aguas servidas del Cusco.
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