La Iglesia de Andahuaylillas debe de haberse construido a finales del siglo XVI, pues uno de sus murales, que firma Luis de Riaño, lleva la fecha de 1626, estuvo bajo la advocación de San Pedro, aunque el altar principal lo preside la Virgen del Rosario, y los jesuitas la tuvieron a su cargo. Consta de una sola nave con capillas laterales y anchas paredes de barro. Si el sobrio exterior se puede calificar de renacentista, el interior es una muestra esplendorosa del barroco. Éste fue un arte que buscaba imponerse sobre el espectador con la abrumadora presencia de lo ornamental. Hay que imaginarse a las multitudes indígenas recién convertidos al cristianismo entrar a la iglesia y experimentar visualmente el poder de la nueva fe expresado en esa riqueza escultórica y pictórica que desde arriba y los costados las asediaba.
El techos esta cubierto por una decoración de estilo mudéjar y motivos florales y frutales, totalmente revestido en pan de oro. La decoración fija matiza con varios lienzos con marcos de pan de oro, obras que en su mayoría son del artista Luis de Riaño. Por eso que se ha ganado el nombre de la Capilla Sixtina de América.
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