La Escuela Cuzqueña de Pintura se caracteriza so originalidad y su gran valor artístico. Tiene una doble influencia: la corriente occidental y por otro lado el afán de los indígenas en darle identidad propia. Todo esta corriente empieza con la construcción de la Catedral de Cusco y la llegada el pintor italiano Bernardo Bitti en el año 1583, que es encargado por la iglesia a pintar el retablo mayor y así pintó algunas obras maestras. Luego lo continuaron talentos peruanos que siguieron su tendencia artística (manierismo) y volvíendolo propio y convertirse en manierismo cuzqueño, entre sus mejores expositores tenemos al Luis Reaño discpulo del pintor italiano Angelino Medoro, este talentoso pintor dejo obras como: Los murales de Andahuaylillas. Otro que destacó por principios del siglo XVII fue Diego Cusihuamán ( Iglesias de Chincheros y Urcos), Francisco de Zuburbarán, Diego Quispe Tito, Marcos Zapata, entre los más destacados.
Hoy en día existen decenas de murales, y cuadros de dicha escuela, desde la Catedral de Cuzco, hasta en pequeñas iglesias del lugar, sin duda una arte que no puede pasar desapercibido y que es un legado artístico y cultural importante. No deje de visitar los 50 lienzos pintados por el genial Marcos Zapata que cubren los arcos de la Catedral de Cusco.
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