Tambomachay

Tambomachay

El nombre deriva de dos voces quechuas: tambo, que significa alojamiento colectivo y machay, lugar de descanso, es decir “lugar de descanso común”.

Ubicación: Tambomachay se encuentra a ocho kilómetros de la ciudad del Cusco y a un kilómetro de Puca Pucará.

«Este sitio fue destinado al culto del agua y para que el Inca pudiese descansar, por lo que se le denomina  Baños del Inca. Tradicionalmente se conoce a este monumento como “Baño de la Ñusta”, debido a la existencia de dos acueductos que llevan aguas limpias todo el año.»

Este monumento es notable debido a su excelencia arquitectónica, ya que vamos a encontrar cuatro muros adheridos al cerro, que están sobre bases irregulares de piedra labrada, que forman tres andenes paralelos, sobre el último andén se erige un grueso muro adornado con cuatro hornacinas, además de cuatro nichos de forma trapezoidal. Frente a la construcción hubo un torreón circular por lo que se presume que tubo función de defensa y comunicación. Además consta de una serie de acueductos, canales y varias cascadas de agua que discurren por las rocas. Hasta hoy en día se desconoce el origen del agua que llega a Tambomachay. Conocer este fantástico lugar es una experiencia maravillosa ya que el sonido del agua, da una sensación de tranquilidad y renovación total.

Tambomachay, los baños del Inca

Estos restos arqueológicos se ubican a 8 km de la ciudad del Cusco, a 3700 msnm. Se encuentra en las faldas de un cerro cercano al camino al Antisuyo, sobre el río Tambomachay.

Es también conocido como el Tambo de la Caverna, se estima su área de 437 metros cuadrados. El nombre se desprende de dos palabras quechua: Tampu, que significa refugio y Machay, que significa sitio para descasar, aunque hay otra acepción para esta palabra, que es caverna, lo que resulta coherente con el entorno del lugar puesto que es posible apreciar estas naturales formaciones rocosas.

Tambomachay muestra un sorprendente sistema hidráulico. Dos acueductos minuciosamente tallados en roca permiten un flujo permanente de agua limpia y cristalina todos los días del año, el agua proviene de una poza ubicada en un nivel más alto que alimenta una red de canales subterráneos que vierten sus aguas en una pequeña poza de piedra. Esta pequeña poza fue una fuente ceremonial, donde el Inca rendía culto al agua. Los incas veneraban el agua como fuente de la vida.

El Baño del Inca o Baño de la Ñusta como también se le conoce es una pequeña habitación en la que se puede ver el agua manar de las entrañas de la tierra. Aunque aun no se ha podido determinar el origen del manantial que abastece de aguas tan limpias y abundantes a las fuentes, se cree que la pendiente donde se emplaza el complejo tiene capacidad para producir esas aguas y que estas podrían originarse en la margen opuesta del río.

Lo que en definitiva queda claro es la perfección en la construcción de los canales. El sonido del agua en su recorrer, la tranquilidad y paz que sobrecogen en el lugar, le dan a Tambomachay un aire de misticismo.

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